Romper las ataduras de todo aquello que te está impidiendo avanzar se vuelve necesario cuando las cosas en tu vida parecen ir de mal en peor.
No hay suerte en el amor, no consigues empleo o tu trabajo marcha muy mal, el dinero escasea o cuesta horrores conseguirlo, hay peleas y enojos, la desarmonía entra en tu vida causando un grave daño a ti y a todos.
Romper las ataduras con La cuerda anudada.
Para Romper las ataduras y remediar la situación, seas cual fuere tu problema, vamos a ver este sencillo ritual, muy fácil de hacer:
Vas a conseguirte un trozo de cuerda o cinta que mida exactamente tu altura.
Esta cuerda puede ser de cualquier color, o específica para lo que sea tu problema, por ejemplo, verde para problemas de dinero, de color rosa para problemas en el amor, marrón para el trabajo, negra si sientes que te han hecho alguna maldad o brujería y así sucesivamente. Si no sabes qué color usar, utiliza simplemente una de color blanco.
El mejor momento para hacer este ritual es en luna menguante, y durante las horas del ocaso.
Siéntate cómodamente con la cuerda en tus manos y piensa en tus problemas, en todo aquello que te frena, todo aquello con lo cual quieres Romper las ataduras.
Piensa en una cosa y haz un nudo. Piensa en otra y haz otro nudo, así hasta que hayas anudado todas las cosas que te frenan y complican.
Deja la cuerda anudada allí donde estabas sentado hasta el otro día.
Al día siguiente, siéntate de nuevo y comienza a desatar cada nudo, sintiendo que la respuesta o solución que necesitas llegará a ti de cualquier manera, tú no sabes cómo, sólo sabes que llegará a ti. Desata cada nudo sintiendo que liberas el problema. Hazlo despacio, consciente de que liberas la tensión y la dificultad a medida que sueltas el nudo.
Una vez que has desatado toda la cuerda, quémala, ya sea con un encendedor, con la llama de una vela, con la hornalla de la cocina.
Arroja las cenizas al viento.
Ahora te quedas alerta y receptivo, abierto a cualquier posibilidad de solución.
Todo es válido y puede llegar de cualquier manera, a través de los sueños, un comentario oído en la calle, una nota en una revista o periódico, alguien con quien hablas, un amigo, un vecino, y sobre todo, tu propia intuición, que ahora estará mucho más despierta.